Desde AFACAYLE, para aquellos que no le conozcáis, os presentamos a Carlos Peña: Deportista, aventurero y además solidario con la naturaleza y las causas sociales, que con su sencillez, humildad y generosidad nos ha ganado el corazón.
Tras su paso por el VI Congreso Nacional de Alzheimer, donde recogió el Premio CEAFA 2015, nos quedamos con ganas de conocer más a este tolosarra de corazón y ciudadano del mundo, de manera que le propusimos esta entrevista. Dado su carácter desprendido y abierto, no tardó en aceptar, mostrándose además dispuesto para colaborar en todo lo necesario. Un, dos, tres….., comenzamos!!
Lo primero, darte la enhorabuena por el Premio que has recibido el pasado 12 de noviembre durante la celebración del VI Congreso Nacional de Alzheimer de CEAFA, galardón que reconoce tu aportación a la sensibilización social sobre la enfermedad de alzheimer y la defensa de las personas afectadas. ¿Cómo te sentiste?
La verdad es que fue una sorpresa. Yo acudí sin saber absolutamente nada, aunque veía que desde CEAFA tenían mucho interés en que asistiera al Congreso. Cuando Koldo me invitó a subir a la parte de arriba del auditorio y vi que ponían el vídeo de mi travesía en el lago Alcántara me emocioné muchísimo al ver cómo todo el mundo lo miraba en medio de un gran silencio, creo que les “toqué la fibra” y eso es algo muy difícil. Después cuando subí al escenario y me hicieron entrega del premio, ése fue sin duda uno de los momento más bonitos de mi vida.
Pudimos comprobar que estuviste en el Congreso durante los tres días que duró el mismo, ¿qué te llevas de él?
Fueron tres días increíbles. Me sentí muy feliz al comprobar que de alguna manera había podido ayudar a los enfermos y a sus familiares transmitiéndoles mi energía. En general me llevé una impresión muy positiva del Congreso y me gustó ver la gran unión que hay entre todas las asociaciones y la ilusión con la que trabajan.
¿Qué le lleva a un conductor del Euskotren a acometer este tipo de hazañas, como la de recorrer a nado 97 km en el gran embalse de Alcántara durante 36 horas?
Bueno…conduciendo tan sólo llevo 5 años, sin embargo mi relación con el deporte se remonta a cuando tenía 16 años y era coordinador de deportes de un pueblecito de Navarra. Comencé haciendo atletismo, pero tuve una lesión y tuve que dejarlo. Más tarde empezaría con la natación, aún no recuerdo cómo, pero un día me vi con un traje de neopreno nadando en el río y desde entonces no salí de él (se ríe…)
Hemos visto que generalmente empleas el estilo de “espalda” para llevar a cabo tus retos en vez de otras modalidades que, a priori, pueden resultar más cómodas, ¿por qué?
Elegí este estilo porque cuando comencé, los trajes de neopreno que existían eran muy rígidos y la única manera que tenía para poder avanzar con ellos era nadando de espaldas. Después, aunque los trajes han ido evolucionando, yo ya estaba acostumbrado a nadar así y pasé a convertirlo en “mi marca personal” ya que nadie en el mundo realiza este tipo de travesías utilizando este estilo.
Recuerdas cuál fue tu primera hazaña como nadador comprometido con alguna causa?
Mi primera gesta solidaria fue en el año 1995 a través de Solidaridad Navarra Internacional. Cubrí a nado 60 km en el río Neretva en plena Guerra de Los Balcanes, para hacer un llamamiento por la Paz. En aquella ocasión contamos con el apoyo de los Cascos Azules españoles y Cruz Roja de Navarra, además de un vehículo equipado como ambulancia y un pelotón de avanzada que iba tanteando el terreno en previsión de posibles contingencias. ¿Empezaste fuerte no? Si…, el agua estaba congelada, hubo un momento en que me quedé atrapado por unos hierros y todo esto sin olvidar que estábamos en medio de una guerra. Lo pienso ahora y la verdad es que pude haberme matado!
¿Fue esta gesta la más dura?
Fue la primera humanitaria, pero la más dura…., es difícil decirlo porque ha habido muchas. Estuvo la que llevé a cabo en el Lago Titicaca que fue muy dura porque está a casi 4.000 m de altitud y la hice sin aporte de oxígeno; otra muy difícil fue en el Lago de Maracaibo, uno de los más grandes del mundo, a cuarenta y pico grados de temperatura y con una gran humedad; otra fue recorrer el río Ebro entero, 927 kilómetros seguidos…
Viendo la dureza de tus travesías, ¿Has tenido que abandonar en alguna de ellas?
Recuerdo dos, la primera vez que intenté cruzar el estrecho de Gibraltar y otra en el estrecho de Magallanes, pero fue más bien debido a errores de comunicación con las administraciones de los países de origen, que nos llevaron a salir en momentos que no eran adecuados por tema de mareas y otros elementos…
Para llevar adelante estas travesías, suponemos que además de estar en una buena condición física, también es necesario ser muy fuerte a nivel mental, ¿Cómo lo consigues? ¿Es algo que también entrenas?
En mi caso no hago nada. No tengo psicólogo deportivo, ni hago ninguna actividad concreta para ello como yoga o meditación. Cuando nado no llevo ni música!, me gusta observar y sentir la naturaleza…
Entendemos que llegas a pasar grandes riesgos durante estos recorridos, en los cuáles llegas incluso a jugarte la vida. ¿Cómo lleva ésto tu familia, tus amigos…?
Pfff…, sufren,… pero entienden que es mi vida y que se trata de algo solidario que hago para tratar de ayudar a los demás. Recuerdo a Koldo y Jesús lo mal que lo pasaron durante el recorrido del embalse de Alcántara a favor de las personas afectadas de alzheimer…después de aquella nos convertimos en amigos!
Aunque todos pasamos nervios, al final acabó con éxito tu empresa por el Alzheimer, ¿porqué elegiste esta enfermedad?
Conocí la enfermedad de alzheimer a través de unas charlas que dio la Asociación AFAGI en el Euskotren, donde trabajo actualmente. Me llamó mucho la atención la propia enfermedad, así como todo por lo que deben pasar sus familiares y decidí que tenía que hacer algo.
Tras tu aventura con CEAFA, ¿tienes ya alguna “locura” de las tuyas en mente?
Sigo entrenando pero ahora no tengo ningún proyecto. Estoy disfrutando del momento actual, aunque me gustaría seguir este camino de solidaridad y de ayuda para aquellos colectivos que lo necesiten.
Para finalizar la entrevista y tras tu paso por el VI Congreso Nacional de Alzheimer de CEAFA, ¿Qué mensaje te gustaría dar a las familias de las personas afectadas por la enfermedad de alzheimer y otras demencias?
Desde luego, que tienen todo mi apoyo y respeto. Estoy seguro de que por mi parte, he recibido mucho más de ellos de lo que yo haya podido darles. A fin de cuentas, yo nadé 36 horas que es algo durísimo, pero al día siguiente yo estaba desayunando con normalidad, sin embargo, la enfermedad de alzheimer es muy difícil y dura años.
Espero que mi gesto haya ayudado a dar a conocer esta enfermedad y que haya servido para sensibilizar a todo el mundo.
CARLOS NOS HA DADO UN MENSAJE DE ESPERANZA Y NOS HA DEMOSTRADO QUE CON DETERMINACIÓN, SE PUEDE CONSEGUIR CUALQUIER COSA. DESDE AFACAYLE ASUMINOS ESA MISMA DETERMINACIÓN PARA AVANZAR JUNTOS EN LA LUCHA CONTRA EL ALZHEIMER. ¡GRACIAS CARLOS!
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